02 Jul UN DILEMA PERTINENTE: ¿DONDE APORTO MAS VALOR EN MI ECOSISTEMA FAMILIA/EMPRESA?
Queridos emprendedores y familias empresarias,
En recientes encuentros con familias empresarias con empresas exitosas y ambiciosos planes de crecimiento, he asistido a un interesante dilema estratégico que comparto en sus términos generales por lo ilustrativo del asunto.
CASO 1. Familia con varios hijos en segunda generación que hoy ocupan posiciones de gestión pero que expresan su deseo de abandonar progresivamente responsabilidades ejecutivas para centrarse en asuntos de su agenda estratégica de largo plazo.
CASO 2. Familia en segunda generación con todos los miembros de esa generación ocupando cargos ejecutivos y que creen que su papel debe seguir siendo ése por muchos años en un entorno cultural de incorporación de familiares a los negocios desde los inicios de la carrera profesional.
Es cierto que cada familia es un mundo y cada compañía un caso y podríamos pensar que ambas situaciones son perfectamente válidas. Sin embargo, con la metodología del “desafío constructivo” propio de las deliberaciones de asuntos de gran calado someto a los lectores a una serie de interrogantes:
¿Quién debería ocuparse de abordar a fondo una mejora de los sistemas de gobierno para llevar a la empresa al máximo nivel como recomiendan los códigos de buena gobernanza?
¿Quiñen debería encargarse de trasladar al mercado la trasparencia y confianza tan necesaria ante estrategias de crecimiento que pueden implicar acceso a capital externo y/o fórmulas de crecimiento inorgánico?
¿Quién debería ocuparse de que los sólidos valores que han garantizado el éxito de estas empresas sigan formando parte del código genético de unas empresas que están reclutando cada vez más personal ajeno a la familia?
¿Quién debería encargarse de definir una estrategia corporativa que asegure la sostenibilidad del legado familiar?
¿Quién debería ocuparse de impulsar una gestión del patrimonio de la familia a fin de evitar el consabido riesgo de tener todos los huevos en la misma cesta?
¿Merecería la pena abordar de manera más contundente una acción de responsabilidad social y filantropía que ayude a mantener altos los estándares reputaciones de la familia propietaria? ¿Quién debería liderar esa tarea?
¿Cuán de atractiva va a resultar una empresa para atraer talento externo si los puestos clave están ocupados por miembros de la familia propietaria?
¿Cómo puede afectar al desempeño excelente de la organización el hecho de que los principales ejecutivos de la empresa sean también los propietarios y quienes se sientan en las sillas de los órganos de gobierno?
¿Quién va a ocuparse de la gestión de una familia que con el tiempo crece, vive en diferentes lugares y se va haciendo más diversa? En suma ¿quién debería impulsar el crecimiento también del legado socioemocional de la familia?
¿Quién va a ocuparse de la cohesión familiar en el bien entendido que la familia es un grupo de interés de máxima prioridad?
¿Quién se va a ocupar de construir un ecosistema donde los integrantes de la familia sean accionistas responsables?
Creo que merece la pena detenerse a pensar en estas cuestiones. Ejercer de manera responsable la propiedad de una compañía con vocación de permanencia en el tiempo obliga a abordar múltiples tareas, más allá de las del día a día, con el debido rigor. Las familias tienen entre sus tareas construir la visión y controlar que los despliegues de las diferentes estrategias sean consistentes con su hoja de ruta. Esa influencia es fundamental, da sentido a la familia empresaria y su ejercicio es inexcusable. La necesaria altura de miras debe guiar la evolución de los roles que los miembros de la familia deben jugar es su ecosistema para asegurar que están aportando el debido valor que presupone el apellido.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.
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