05 Sep SUCESION Y CONTINUIDAD DE LA EMPRESA FAMILIAR
Queridos emprendedores,
El propósito de continuidad es lo que da sentido a la empresa familiar. Un asunto clave para llevar a cabo con éxito los sueños de continuidad del fundador de la saga es acertar en los procesos de sucesión.
Curiosamente, el reciente nombramiento de Dimas Gimeno como Consejero Director de El Corte Inglés, interpretado en clave sucesoria de su tío Isidoro Alvarez, ha traído al debate público estas cuestiones de la empresa familiar. En el caso de España se han dado, o se avecinan, movimientos similares en otros grandes y mediáticos grupos familiares como Mercadona, OHL, Inditex, Mango o Planeta.
Desde luego lo mejor que le puede pasar a cualquier empresa familiar es encontrar en cada proceso sucesorio un auténtico líder emprendedor para llevar a buen puerto el barco del negocio familiar. Claro, que antes hay que hacer los deberes para identificar la hoja de ruta más adecuada para la navegación, de modo que optemos por el capitán de perfil más adecuado en función de la travesía que se decida abordar.
Es evidente que desde el respeto a la tradición, los continuadores han de poner una enorme capacidad emprendedora en la tarea, para adaptar modelos de negocio a la realidad presente y futura. Habrá que romper paradigmas para adaptarnos mejor a la sociedad del cambio. Eso exige también un fuerte compromiso y apoyo de la familia hacia el nuevo líder y la estrategia definida para surcar nuevos mares. Por tanto, gobiernos fuertes y eficaces de negocio y familia, amén de espíritu emprendedor e innovador, son imprescindibles para facilitar la tarea de la sucesión y la continuidad. Crear atalayas para la reflexión estratégica tratando de anticipar tendencias que den respuestas a nuevas realidades o facilitar espacios para la comunicación abierta y constructiva son tareas innegociables para las familias empresarias con vocación de continuidad.
Pero además de estas cuestiones quiero también poner el foco en la relevancia de cultivar valores que ayudan a que el proyecto familiar trascienda generaciones. Empezando por trabajar todas las cuestiones que faciliten la creación de sentido de orgullo y compromiso con el negocio familiar. Si los hijos perciben que la empresa es el causante de ver poco a mamá y/o papá, mal vamos. Habrá que empezar por trabajar para que las generaciones venideras quieran a la empresa, se sientan parte de ella.
Por otro lado, hay que esforzarse en cultivar valores como la altura de miras, para pensar siempre en el bien común más allá de intereses personales, la generosidad para llegar a acuerdos o la lealtad para llevarlos a la práctica.
Finalmente, si observas el comportamiento de las grandes dinastías familiares (muy recomendable al respecto el libro de Raúl Serebrenik “Dinatías Familiares, legado y riqueza”) observarás un cuidado exquisito por eso que hoy llamaríamos gestión de stakeholders. Algo, la atención al entorno en sentido amplio, que las empresas familiares más exitosas y longevas del mundo llevan haciendo hace siglos.
Tarea ésta de la continuidad, sin duda, titánica, que sólo se puede abordar si la familia es consciente que a este reto trascendente hay que dedicarle tiempo y recursos. Más, si cabe, que al lanzamiento de un nuevo producto, o la búsqueda de un distribuidor comercial. El necesario equilibrio entre lo urgente y lo importante.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.
Eduardo Estevez
Publicada a las 10:24h, 05 septiembreQuerido amigo: Me encanta el artículo; con tanta crisis económica corremos peligro de olvidarnos de los temas puramente de empresa familiar, entre otros el reto de la sucesión. Me gusta el acento sobre el tema de los valores, clave para que los sucesores lleguen a ser buenos propietarios.
manuel bermejo
Publicada a las 11:50h, 05 septiembreMuy amable Eduardo. Con independencia del entorno macro, sea de crisis o de crecimiento, habrá que seguir gestionando el presente y preparando el futuro