20 Feb RESPONSABILIDAD
Queridos emprendedores y familias empresarias,
Opinión personal. Más allá de las políticas públicas, todos debemos hacer un ejercicio de responsabilidad individual para conseguir nuestros objetivos y, en última instancia y a los efectos de este blog, una sociedad más emprendedora. Es lo propio de las gentes de actitud emprendedora, “hayqueiestas”. Que además el entorno ayuda, a más a más que dicen los amigos catalanes.
Leo en la prensa dos noticias que ilustran esta idea en el seno de grandes corporaciones. Aprendamos.
Pilotos y alta dirección de Iberia alcanzan un acuerdo histórico que sienta las bases de una paz social para que la línea aérea se enfoque por la senda de la competitividad. Hoy, en esta sociedad del cambio donde la globalidad es una realidad que permea todo, el nombre del juego es COMPETITIVIDAD. En aras de ese objetivo los grandes actores de la empresa (propiedad, empleados y sindicatos) deben hacer un profundo ejercicio de responsabilidad que asegure un marco de actuación en el que las organizaciones desarrollen proyectos sostenibles y rentables. Dicho de otra forma, las batallas, en sentido figurado, debieran librarse fuera pero en casa prietas las filas, por seguir con la metáfora castrense. Entender esta visión es muy loable. Una actitud con visión de gran de altura de miras es absolutamente necesaria en este nuevo tiempo que nos toca surcar. Que cunda el ejemplo. Ya lo dice el refranero y esperemos que sea cierto esta vez también: más vale tarde que nunca.
BBVA abandona el término responsabilidad social corporativa por el de banca responsable y además empezará a incluir en los bonos de sus directivos la consecución de resultados en el territorio de la responsabilidad. Desde luego que hoy también vivimos tiempos en los que la remuneración para el accionista es condición necesaria pero no suficiente. Ya hemos hablado en el blog de conceptos como la “Quíntuple Cuenta de Resultados” que contempla la rentabilidad para todos los stakeholders de las compañías. La gestión de intangibles es muy relevante y además genera valor para las empresas. Es un hecho probado. Pediría especial atención a este asunto para tantas pymes familiares que generalmente solo atienden los asuntos urgentes. Esa falta de visión, penaliza. Más en tiempos convulsos como los actuales. Atraer talento, o alcanzar acuerdos con aliados para desarrollar políticas de expansión internacional, por citar solo dos retos comunes de tanta pyme familiar, demanda altas dosis de reputación. Hay que hacer las cosas muy bien, con responsabilidad, y que se sepa.
No nos escudemos en actitudes “esqueistas” (la crisis, los políticos, el entorno,…..) para eludir nuestras responsabilidades. Hacer las cosas bien, ser extremadamente profesionales, desarrollar visión estratégica, identificar nuevas oportunidades comportamientos éticos, o generar relaciones de partenariado con el entorno depende de nosotros, de nuestra propia responsabilidad.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.
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