29 Jul PROHIBIR
Queridos emprendedores,
Soy, cuestión de la educación recibida, un firme defensor de las libertades individuales y, como tal, asisto con creciente indignación a la espiral prohibicionista que vivimos en España. Ayer el Parlamento catalán prohibió las corridas de toros en su territorio. Se nos une esta prohibición a las recientes del tabaco, la bollería industrial,….. ¿Qué será lo siguiente que nos impondrá el Gran Hermano gubernamental? Me gustan los toros, los puros y los donuts pero soy sumamente tolerante y jamás hice apostolado de esas aficiones, más bien respeto profundamente a quien no comparta tales usos. Me gustaría más vivir en un clima de tolerancia y educación que de coacción de las libertades individuales. A este paso, acabaremos teniendo que ir al sur de Francia a ver toros como nuestros padres iban a ver películas subidas de tono en el tardofranquismo, o nos dedicaremos a consumir a hurtadillas tabaco y bollos cual si estuviéramos en Chicago años 20.
Un clásico del socialismo español al que me presentaron en un evento la semana pasada me decía que sentía bochorno porque bajo el mandato de un gobierno de izquierdas el afán prohibicionista superase incluso las cotas que pudo haber en el franquismo. Creo que es el sentir de una buena parte de la ciudadanía. Quienes propugnaban el prohibido prohibir, ahora venga a prohibir.
Tengo la sensación que ante la pérdida de competencias los gobiernos se ven en la obligación de crear una agenda que casi siempre cae en la tentación de inmiscuirse en la vida de los ciudadanos y de las empresas. Peligrosa tendencia que además creo que en España sale gratis habida cuenta el escaso peso de la sociedad civil.
Mientras tanto leo que el concejo municipal de la ciudad de Oakland (California, USA) aprobó un plan que permitirá el cultivo y comercialización a gran escala de marihuana. Quienes apoyaron tal medida tuvieron muy en consideración que será una fuente de ingresos y empleos para la ciudad. Interesante argumento, más en tiempos de crisis como los que vivimos. ¿Habrá que emigrar a California en busca de la libertad?
Hasta pronto, felices vacaciones si es que ya estáis en ello y sed muy felices que es lo verdaderamente importante. Espero vuestros comentarios!!
Carlos Díaz
Publicada a las 09:47h, 30 julioBuenos días Manuel, mas alla del recorte de libertades de los individuos y del uso y disfrute de bienes y servicios que la sociedad ofrece (que es muy grave), nos encontramos ante una discriminación social, dependiendo del lugar donde el individuo este ubicado. Esto supone una pérdida de identidad nacional y un desmenbramiento a otras escalas de las meramente administrativas. Siempre digo que los problemas de África son propiciados por el buen manejo de la escuadra y el cartabón (reparto político y 1ª Guerra Mundial), esto es lo que al final nos pasara en España, aunque aún estamos años luz por delante, es muy dificil ganar una serie de privilegios y muy fácil perderlos.
Simplemente quiero decir que a causa de la mala gestión política en los diferentes territorios dentro de nuestro pais, los individuos que formamos esta sociedad si no nos imponemos terminaremos claudicando y asumiendo las barbaridades que unos pocos, que el unico mérito que tienen es asentir las directrices de unos dirigentes con egos muy elevados, pretenden imponernos.
Manuel Bermejo
Publicada a las 10:43h, 30 julioCarlos, gracias. Quería poner el foco del post más en el atropello que, a mi juicio, sufrimos sobre nuestras libertades individuales. Por supuesto que en un entorno de tolerancia pues yo no pretendo que mis libertades perjudiquen al prójimo. En clave política me preocupa el continuado esfuerzo en buscar las diferencias, más que lo que nos une. Creo que la transferencia de los asuntos educativos a las autonomías ha creado estragos que no sé si tienen vuelta atrás.
Paola Del Castillo
Publicada a las 14:29h, 30 julioHola Manuel, es curioso pero cuando nos prohiben hacer algo, más ganas tenemos de hacer ese algo. Un pensamiento polémico que siempre he tenido es que si las drogas estuvieran legalizadas,pienso que menos personas las consumirían, ya que los más implicados (traficantes, etc.) no tendrían negocio. En el tema de los toros bueno podría comentar mil cosas de por qué me parece mal:- Desaparición de una cultura, de ganaderías dedicadas a la cría de esta raza y por tanto otro golpe más al sector rural, y si profundizamos un poco incluso pérdida de empleo, etc. Pero pienso que lo más triste es la actitud fascista disfrazada de democracia y sobre todo la manipulación a los ciudadanos empezando por la televisión. Hay un programa (que por cierto detesto) que casualmente estaba puesto en mi casa «sálvame» y estaban discutiendo sobre si prohibir o no los toros, lo que me pareció fuera de lugar era que el presentador no dejara opinar a la única persona que defendía las corridas, mostrando una actitud nada tolerante y poco respetuosa hacia sus ideas. Y por otra parte algo que me llama la atención es, que justamente es en Cataluña, el lugar donde se dispara la polémica de si prohibir o no algo que forma parte de la idiosincrasia de nuestro país. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Vivimos en un país que a veces somos «más papistas que el Papa» A lo mejor dentro de nada prohibirán las sevillanas por considerarlas machistas
Juan Carlos Russo
Publicada a las 16:46h, 30 julioEstimado Prof. Bermejo: visto desde una perspectiva caribeña, y teniendo amistades con defensores acérrimos de la «dignidad animal», cuyos argumentos escucho, asimilo pero no comparto, me cuesta un poco comprender el espíritu de la prohibición. En las peleas de perros del vecino del norte, existe el complemento económico de las apuestas, convirtiendo en ilegales las peleas de perros, espectáculo verdaderamente aterrador ya que literalmente implica mostrar una superioridad física a mordidas, pero ojo, sin que ninguna persona tenga el arte, la tradición ni la estirpe de intervenir en el sangriento combate. Digamos pues, que el componente furtivo no implica una evasión fiscal. Por lo que no se trata de un problema económico/tributario. En las corridas de toros contemplo – como «güiri» al fin – una tradición, un arte, un temple y una vocación (de cuál otra forma se le puede llamar a plantarle cara a un «bicho» de media tonelada de peso?) que hacen de la fiesta taurina algo único. Si los catalanes desean extrapolar sus diferencias culturales con Andalucía prohibiendo las corridas, pues tampoco me hace mucho sentido, pues tengo la impresión de que los catalanes son empresarios mercuriales y no rechazan cualquier oportunidad de hacer plata.
Con lo que me queda el razonamiento de mis amigos los defensores de la dignidad animal. El pobre toro: vaya forma más insensata de morir, dando un espectáculo de circo romano! – dirian. Que si sufre, que si es indigno, que si es salvaje. Estos argumentos solo pueden ser defendidos por algún vegetariano a ultranza. El resto no tiene cabida en la discusión. Si este es el argumento, pues les diría a los amigos parlamentarios que hagan acopio del jabuguito que tanto disfrutan en el plenario, porque, pobres cerdos!, terminar servidos en un plato. Que indigno fin.
La España que conocí y adopté como propia se está convirtiendo en un laboratorio social de envergadura. Solo nos queda contemplar – y sufrir – cual será el desenlace cuidadano ante tanto experimento. Mientras tanto, Andalucía se acaba de garantizar una cuotita mayor de turismo – interno e internacional – con el fallo. E incluso, visto desde la perspectiva económica, acaba de aumentar la rentabilidad de la industria taurina (menor oferta, demanda constante = aumento de precios, por ejemplo).
Saludos cordiales desde Sto Dgo
Manuel Bermejo
Publicada a las 16:58h, 30 julioPaola, muy bueno tu punto. Creo que el tema que comentas se encuentra en esta cultura de lo políticamente. Todo parece que debe ser melifluo, blando, decirle al pueblo lo que quiere oir,..Sinceramente no me siento nada identificado ni cómodo en este entorno. Claro que todo tiene un toque de actitud fascistoide. de los medios hay que hablar, lo tengo prometido. Gracias por participar en el blog
Manuel Bermejo
Publicada a las 17:00h, 30 julioJuan Carlos, bienvenida la perspectiva caribeña. Creo que con la prohibición de las corridas de toros en Cataluña hay un intento claro de buscar puntos de desencuentro con España. Fíjate que se seguirán permitiendo en Cataluña fiestas populares donde se trata al toro con muchísima menos dignidad que en la plaza de toros. Pero a mí lo que me precupa, y por eso lo denuncio, es la intromisión constante en las libertades individuales. Un cordial saludo
Gonzalo Gaspar
Publicada a las 10:41h, 31 julioSaludos a todos,
Es obvio desde mi punto de vista que lo acontecido es un asunto puramente antiespañol, sin más. Les reconozco a los antiespañoles perseverancia y determinación, por otra parte.
Manuel, ese es nuestro problema, sociedad civil débil, invertebrada. La inercia de los gobernantes es a gobernar más y a acaparar más poder y más dinero, llamémoslo por su nombre. No sólo en España, sino en todas partes, forma parte de la naturaleza del oficio.
Los contrapesos en una democracia son la oposición, los medios de comunicación y la sociedad civil, que se asocia, organiza, defiende con uñas y dientes, tal y como ocurre en USA, por ejemplo, donde continuamente se puede ver en TV gente manifestándose con carteles a la puerta de donde sea para intentar influir. También se ve esto en países como Reino unido, Alemania y los países escandinavos. En definitiva, es gente a la que le preocupa la cosa pública y que no está dispuesta a que el futuro se decida entre los políticos, por muy democráticamente que hayan sido elegidos. Y toman acciones.
En España también nos importa la cosa pública, como la gente ha demostrado puntualmente por ejemplo en los últimos años, pero no estamos organizados, no estamos vertebrados. Millones son contrarios al aborto y serán capaces de desplazar desde donde sea a toda la familia a una manifestación en Madrid, pero muy pocos harán más que eso y encontrarán canales para encauzar esa energía. El asociacionismo no es lo nuestro, al menos de momento. Y pagaremos por ello, sin duda.
Saludos a todos desde Dubai.
Gonzalo
Manuel Bermejo
Publicada a las 18:17h, 31 julioGonzalo, es verdad que hay un problema evidente en España de desestructuración de la sociedad civil. Y claro que tenemos mcho que aprender de los anglosajones en este aspecto. Un abrazo y gracias por el seguimiento ue haces del blog desde dubai