LA ESENCIA DE LA FRANQUICIA

LA ESENCIA DE LA FRANQUICIA

Queridos emprendedores,
Confieso que me gusta mucho el sistema de la franquicia porque contribuye a la competitividad de las empresas, reto básico en esta sociedad del cambio. Pero también porque es una fórmula que ayuda mucho a la creación de una sociedad más emprendedora. Facilita, por el lado del franquiciador, la creación de compañías más sólidas, con más recursos para competir, orientadas a la innovación, y, listas, en suma, para asegurar posicionamientos sostenibles y rentables.
Y por el lado del franquiciado, la franquicia ha permitido a muchas personas convertirse en emprendedores con el apoyo de la experiencia y el know-how que aporta el socio franquiciador.
Dicho esto, observo algunos planteamientos que me gustan menos al alejarse de la esencia de la franquicia. De manera contundente los resumiría así:
-Como me va mal, me animo a franquiciar. No!
-Como el banco no me financia, me animo a franquiciar. No!
-Como acabo de lanzar mi negocio y quiero crecer muy rápido, me animo a franquiciar. No!
-Como estoy en paro y me hablaron de una franquicia, me animo a ser franquiciado. No!
-Como no sé en qué emprender, me animo a ser franquiciado, porque el franquiciador se encargará de todo. No!
-Como soy franquiciado, y pago, ya se ocupará el franquiciador del negocio. No!
La franquicia supone clonar un éxito, creado por el empresario franquiciador. Sin éxito no debiera apelarse a esta fórmula, por cuestiones estratégicas y éticas. Franquiciar supone desarrollar un sistema que de apoyo a la red para facilitar a todos los adheridos a la enseña su rentabilidad, lo cual exige también tiempo, trabajo, y recursos para atender los requerimientos propios del rol del franquiciador.
Ser franquiciado demanda asumir un rol peculiar. Eres dueño de un negocio, si bien muchas decisiones relevantes te vienen dadas. Y también supone que hay que estar dispuesto a trabajar duro, a seguir las normas de la cadena y a implementar en tu ámbito de responsabilidad todas la medidas que permitan que el negocio funcione bien.
La franquicia aporta sinergias que pueden ser potentísimas. Un franquiciador que construye una marca crecientemente global, que innova, que pone énfasis en desarrollar un modelo de negocio rentable. Y un franquiciado consagrado a operar con dedicación y escrupulosidad en el detalle su propio negocio.
En esencia, un sistema de altísimo potencial. Si nos alejamos de la esencia, afloran los problemas. Y en tiempos de crisis, muchas veces las esencias se olvidan.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean

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