06 Jun ¿EVOLUCION O REVOLUCION?
Queridos emprendedores y familias empresarias,
El ambiente empresarial de tan profundos cambios que nos ha tocado vivir (esa sociedad del cambio a la que tan frecuentemente aludo) está provocando tres tipos de reacciones en las familias empresarias:
1º/ No sabe/no responde: familias que, por las razones que sea, no han tomado aún conciencia de estos profundos cambios del entorno y los efectos que están generando a nivel microempresarial. Quizás son una minoría pero llama la atención observar algunas familias excesivamente ancladas en su pasado y su zona de confort. Tal vez esperando que la salida de la “Gran Recesión” provoque una vuelta al pasado. Mucho me temo que, aunque a nivel macroeconómico, se vuelva a parámetros de hace 10 años, la España, la Europa o el Mundo del 2.016 nada tiene que ver con el de 2.006.
2º/ Revolución: está apareciendo en familias cuyas empresas han sido víctimas ya no sólo de la crisis sino de la falta de adaptación a los profundos cambios a los que aludo.
Un nuevo entorno digitalizado, muy global y muy dinámico, con fuertes demandas sociales de hipertransparencia, con nuevos jugadores que con modelos de negocios muy disruptivos están ganando rápidamente posiciones en el mercado, ….. obliga, sin duda. a replantearse muchas cuestiones: estrategias, modelos de negocio, o estilos de liderazgo,. Cuando la realidad nos supera, el efecto en la cuenta de resultados es contundente. Y, además, desde los números rojos a veces se resquebraja más fácilmente la cohesión familiar.
En suma, desde la crisis empresarial se impone la revolución. Cambio radical. Los mismos haciendo lo mismo no harían sino acrecentar los problemas.
3º/ Evolución: desde una posición sólida a las que se llega gestionando en clave de competitividad, la sociedad del cambio no es sino oportunidad. Captar nuevas oportunidades, supone un ejercicio de cambio tranquilo, de evolución.
La evolución suele ser triple:
– Una evolución empresarial a través de un proceso de renovación cuyo objetivo es volver a poner la compañía en condición de crecer. La digitalización o la globalización favorecen estos procesos cuando se ve el mundo con actitud emprendedora
– Una transformación personal sin la cual no se alcanza la transformación empresarial. Una recomendación a tomar en consideración es la evolución del rol del empresario. Dejando progresivamente la operación para situarse en el liderazgo de los asuntos de la agenda estratégica.
– Una transformación a lo largo de las generaciones de la familia empresaria. De forma que se transitan las 3C: creación, consolidación, corporación. Cada generación aporta un valor real al proyecto familiar hasta hacerse grande y potente. Un planteamiento en las antípodas de lo que demasiadas veces ha ocurrido en la singladura de muchas sagas familiares.
No olvidemos que las tesis darwinianas están de plena vigencia en el ámbito empresarial: ganan los que mejor se adaptan al entorno. Enfocando así el gobierno y la gestión de la empresa familiar el futuro pasa más bien por la evolución. Ahora bien, hay momentos en que la vida nos pone en la tesitura de la revolución.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean
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