ESPAÑA, POR SUERTE O POR DESGRACIA, NO HAY ATAJOS

ESPAÑA, POR SUERTE O POR DESGRACIA, NO HAY ATAJOS

Queridos emprendedores,
Casi todos en España esperábamos celebrar el fin de semana la designación de Madrid como capital olímpica para 2.020. Pensábamos, además que eso iba a significar un aldabonazo moral para un país muy castigado por la crisis y un empuje para repuntar a nivel económico. Tremenda la desilusión de caer, además, a las primeras de cambio. No sé si a causa de las teorías conspiranoicas de los franceses para asegurara la designación de París en 2024; por la deteriorada imagen de un país con desequilibrios macro tremendos, casos de corrupción pública, y cifras paro de récord que aconsejan efectivamente emplear recursos públicos a causas prioritarias como también destacó algún miembro del COI; por la sensación de ser demasiados permisivos con el doping; o simplemente porque como ocurre tantas veces en deporte nuestros rivales han sido mejores y no queda otra que felicitarles.
El caso es que no vamos a tener atajos. O supuestos atajos. De la crisis saldremos trabajando más y mejor. No parece que Papá Estado vaya a sacar ningún conejo de la chistera. Esfuerzo inteligente, perseverancia, rigor o excelencia en todo lo que hagamos son las palancas del cambio.
Lo triste es que sólo sea el deporte, importante actividad que genera momentos puntuales de felicidad, el que parece aglutinar a los españoles. Estaría bien que el mismo entusiasmo y consenso se pusiera a disposición de asuntos mayores. Por ejemplo, acabar de definir de una vez por todas el modelo de país que queremos tener, o el nivel de servicios públicos al que podemos aspirar desde un punto de vista racional en función de nuestro ingresos, o un modelo educativo que permita a las nuevas generaciones prepararse para ser más competitivos en este mundo global, o un sistema político que permita atraer talento a la administración pública de modo que nuestros dirigentes, por ejemplo, hablen idiomas como se requiere a cualquier persona con posiciones de responsabilidad en el ámbito privado. En suma, hace falta consenso para construir un proyecto común con unos cuantos valores compartidos y que nos convierta en una nación competitiva. Porque competitividad es el nombre del juego al que hay que jugar. Y mientras sigamos pensando con paradigmas del siglo XX o XIX y con enormes dosis de ideología trasnochada, poco vamos a avanzar. Tokio cuenta con sponsors privados mucho de los cuales son empresas de base tecnológica. Relevante asunto. Apoyar desde la educación infantil a crear un país que desarrolle un modelo industrial sólido, con más empresas que inviertan en innovación y tecnología, que se conviertan en nuestras multinacionales los próximos 25 años es un reto mucho más potente para nuestra sostenibilidad que el Madrid 2020. Que fue un sueño bonito mientras duró.
Hasta pronto y a la tarea, que no queda otra. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean

Tags:
2 Comentarios
  • Ignacio Santiago Agúndez Hernández (MBA-2002)
    Publicada a las 17:07h, 09 septiembre Responder

    Completamente de acuerdo en todos y cada uno de los puntos que señalas.

    Quizás yo apuntaría alguno más, y es el relativo a la «sinceridad» de aquellos que dirigen nuestras instituciones, para no jugar con las ilusiones de todos los españoles al único objeto del beneficio político. No emprender aventuras, de escasas probabilidades de éxito, empleando dinero muy necesario para otras necesidades y trabajar en emplear a tantísimos asesores personales en potenciar la imagen sería de un país, en vez de emplear los fondos en tantos asesores por el mero hecho de pagos por favores anteriores, en vez de en expertos que añadan valor verdadero a los intereses de todos los que hemos contribuido a los fondos.

    Queda demostrado, que el reto es trabajar, por obtener un país con una industria sostenible: tecnología, i+d+i, química-farmacológica, energías eficientes, etc… en vez de malgastar tiempo y dinero en asuntos rupturistas y peleas dialécticas políticas que solo ayudan a mantener la alternancia en el poder y con ello el uso «ilegítimo» de los fondos públicos.

    Queda por delante el nuevo curso que ahora en septiembre comienza 2013/14 (recordando los años escolares), sabiendo que nuestro suspendo del 7sep13 debe ser recordado como un ejemplo para mejorar en todos aquellos términos en los que no fueron cubiertos con suficiencia.

    Creo que este suspenso «en el foro internacional» nos debe dejar atrás el estado de adolescencia como país, y enfrentar con la madurez de un adulto los verdaderos retos que España debe superar y merece superar.

  • manuel bermejo
    Publicada a las 08:33h, 10 septiembre Responder

    Ignacio, efectivamente es madurez lo que se demanda. Gracias por compartirnos tu punto de vista

Publicar Comentaria

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad