10 Dic EL NECESARIO PROTAGONISMO DE LAS FAMILIAS EMPRESARIAS EN NUESTRA SOCIEDAD
Queridos emprendedores y familias empresarias,
En los últimos meses, varios empresarios con representación institucional, han salido a la luz pública para dejarnos mensajes de calado. A modo de ejemplo destaco tres casos que me llamaron especialmente la atención.
Leo declaraciones de Alberto Zoido, Presidente de la Asociación de Empresa Familiar de Madrid en las que señala: “la dificultad para encontrar ciertos empleos, pese a un paro del 17%, lo que le lleva a plantearse si estamos educando de verdad para el empleo” Fruto de esta disociación en España se estima que quedan 350.000 empleos sin cubrir. Por contra, en Alemania, donde accede a la FP Dual más de medio millón de jóvenes, el paro juvenil es de un eximio 7%
En una línea similar cabría enmarcar las declaraciones de César Pontvianne, Presidente de la Asociación de Castilla y León de Empresa Familiar “debemos focalizar los esfuerzos para conseguir que la universidad se acerque mucho más a la realidad empresarial, ya que actualmente está muy alejada”. Así mismo reclamó la acción de lobby para que los intereses de las empresas familiares sean escuchados en los grandes debates de su región y desde esta asociación se están llevando a cabo iniciativas pioneras para acercar a las aulas la realidad de la empresa familiar.
Por último, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar de España, Francisco Riberas, nos dejó declaraciones que extraigo de una reciente entrevista. “A los empresarios nos han sacudido mucho durante mucho tiempo, hemos aprendido a estar callados y a dar por buenas todas las cosas que se dicen de nosotros. Ha llegado al momento en que si no hablamos, van a hablar por nosotros y no solo va a ser negativo para nuestras empresas, sino para España. Me he impuesto esta responsabilidad. Las empresas familiares de cierto tamaño son las que han invertido y mantenido el empleo durante la crisis con incertidumbres de todo tipo a diferencia de filiales de multinacionales y pequeñas empresas. Estamos en un momento demagógico contra la imagen del empresario en el que los emprendedores son héroes nacionales y cuando sus empresas se hacen grandes y tienen éxito empiezan a convertirse en empresarios negativos.
Los empresarios tenemos parte de culpa al no poner en valor que no todos somos iguales, pero es un fenómeno curioso y lleva a que lo ideal es que el emprendedor fracase, porque como consiga hacer una empresa grande, se convierta en un tipo malo. Parece que lo que queremos es que fracase o venda su empresa. ¿Ése es el modelo que queremos de empresa española? Me temo que España y Europa en general en el contexto económico mundial en los próximos años vamos a ser cada vez más pequeños. La única razón para que Europa y España tengan algún papel a nivel mundial va a ser por tener empresas punteras. La única manera de que España pueda tener una voz en el mundo es tener empresas muy fuertes con sede aquí”.
Precisamente una de las grandes conclusiones del Congreso Nacional de Empresa Familiar celebrado el pasado mes de Octubre en Valencia fue la necesidad de que los empresarios familiares participen activamente en los debates públicos en tanto en cuanto su protagonismo así lo demanda.
Debo resaltar que me parece excelente que esta nueva clase de empresarios familiares se animen convertirse en líderes de la sociedad civil española. Que además de a sus empresas, tengan el ánimo y la generosidad para dedicar tiempo a tareas de representación institucional. Son los empresarios familiares quienes mejor pueden poner en valor su contribución a la sociedad.
Simplemente destaco algunos datos al respecto. Según estudios del Instituto de la Empresa Familiar, las empresas familiares en España crean el 67% del empleo privado, con un total de más de 6,58 millones de puestos de trabajo y son responsables del 57,1 del PIB del sector privado. Su relevancia traspasa fronteras siendo las empresas familiares las organizaciones con más volumen de facturación y creación de empleo a nivel global. Se estima en la Unión Europea, hay 17 millones de empresas que son familiares y que generan 100 millones de empleos. En otro mercado referente como Estados Unidos, las empresas familiares estimadas ocupan el 80% del entramado empresarial y generan el 50% del empleo privado
En el STEP Project, un proyecto académico internacional que investiga la iniciativa emprendedora de las empresas familiares, elaborado para la Comisión y cuyo título es ‘Understanding Transgenerational Entrepreneurship Practices in European Family Businesses’ bajo la dirección de la profesora María José Parada, junto con la Università della Svizzera italiana (Suiza), la Windesheim University of Applied Studies (Holanda), la Jönköping International Business School (Suecia), la Audencia Business School (Francia) y la Lappeenranta University of Technology (Finlandia), se destaca que las familias empresarias crean más de cinco negocios durante su trayectoria .
Son, por tanto, las familias empresarias actores de enorme mayor impacto en la creación de empleo, riqueza, bienestar, innovación o nuevas iniciativas emprendedoras de las que tan ávidos estamos. Su esfuerzo facilita el desarrollo personal y profesional de millones de ciudadanos del mundo. Por tanto, la sociedad debiera tener una mirada cómplice hacia sus buenas empresas familiares. La mayoría, por cierto. Esa mayoría, habitualmente discreta, que invierte, crea empleo, desarrolla I+D, nos ofrece productos y servicios innovadores, generan valor para todo sus grupos de interés, y que no da lugar a escándalos tan cacareados en los medios.
Pero reputación, decía Rockefeller, es hacer las cosas bien … y que se sepa. Por eso aplaudo que los empresarios familiares tengan un creciente protagonismo en el debate público. Merece la pena estar atentos a sus reflexiones.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.
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