De Empresa Familiar a Multinacional

De Empresa Familiar a Multinacional

Queridos emprendedores,

Cerramos ayer en el IE la VI Edición del Programa Family Business Management Program y como colofón del mismo compartimos la conferencia de Enrique Fernández Haya, Patrono de la Fundación Cruzcampo, cuyo título es coincidente con el de este post.

Si nos preguntasen a todos quienes abordamos asuntos sobre empresa familiar sobre la posibilidad del crecimiento multinacional de una empresa familiar coincidiríamos en el deseo de que se abordase ese proceso pero sin perder el carácter familiar. Claro que eso exige visión, arrojo, compromiso de la familia para sacrificar rentabilidad a corto en muchos casos y mucho pulmón financiero.

Por eso cada vez más (es el caso de Cruzcampo, Alsa, y otras muchas) el proceso pasa por la integración en un grupo mayor. En este tipo de operaciones se genera la liquidez y el retorno al accionista que el negocio no ofrece. A veces las familias empresarias se olvidan de la relevancia de remunerar al accionista, cual si fuesen compañías cotizadas.

En suma, para crecer, para ser competitivos, para alcanzar tamaños mínimos eficientes con los que moverse en entornos creciente globales hay que perder el control accionario. Se trata de decisiones en las que, como tantas veces va a ocurrir, entran en juego muchos factores de índole emocional, sentimental, o económica.

Lo relevante, a mi juicio, es preservar los valores de la empresa, porque esos valores han sido pilar fundamental sobre el que se asentó el éxito de la compañía. La empresa familiar moderna debe ser una sabia mezcla de tradición (valores) con innovación (adaptación al entorno).

Finalmente, quisiera insistir en la relevancia que para la empresa familiar tiene el ampliar el perímetro de observación. Seamos conscientes que estamos en un mundo global, con diferentes cosmovisiones. Y también que el proceso de globalización obliga a cuidar la formación en idiomas, a desarrollar capacidades de gestión más sofisticadas para complementar lo local con lo global o para desarrollar con éxito alianzas o esquemas colaborativos tan frecuentes en los procesos de internacionalización. Ahí está uno de los retos más importantes (momento napoleónico) para tantas y tantas familias empresarias.

Hasta la próxima, tratad de ser muy felices y espero vuestros comentarios

2 Comentarios
  • Carlos
    Publicada a las 13:03h, 01 diciembre Responder

    Tatalmente de acuerdo contigo Manuel, una única duda, ¿cómo proceder cuando un miembro de la empresa familiar no acata lo que dice la mayoría?.

    un abrazo.

  • Anónimo
    Publicada a las 15:38h, 01 diciembre Responder

    Carlos, o se somete o habrá que buscar una opción de salida, la enos dañina para todos

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