CAIDA DE MUROS

CAIDA DE MUROS

 

Queridos emprendedores y familias empresarias,

Este  9 de noviembre de 2.014 se celebran los 25 años de la caída del Muro de Berlín. El Muro de la Protección Antifascista como se denominó en la extinta RDA. O el Muro de la Vergüenza como se le bautizó por parte de la opinión pública de la Alemania Occidental (RFA). La caída del Muro supuso la evidencia observada de la desaparición del viejo régimen comunista que, visto en perspectiva, ha supuesto un modelo inviable, desde el punto de vista social, por la falta de democracia y libertad real  y económico, por su insostenibilidad.

Ese mismo efecto se percibe hoy en aquellos países que se mueven bajo los rancios principios de la revolución comunista de 1.917. Mírese el ejemplo de Venzuela o Cuba. Y es curioso con estos antecedentes que, observando encuestas políticas en países como Francia o España, vuelvan a  aflorar planteamientos totalitarios. O que desde postulados llamados nacionalistas se quieran construir nuevos muros.

La historia nos enseña los enormes esfuerzos, pagados con millones de vías humanas, que las sociedades han hecho para conquistar espacios de libertad y democracia.

Moviéndonos hacia el terreno de la empresa la caída del muro es una excelente metáfora para otros muros que han caído o sobre los que debemos seguir empujando para que sigan cayendo.

Van cayendo los muros proteccionistas de los países lo que nos lleva a un mundo global y fuertemente interconectado. Este proceso está provocando una traslación de los ejes de gravead geoestratégicos. De modo que el eje atlántico va cediendo protagonismo frente a su homónimo pacífico. Posiblemente, esta es una de las razones que explican la crisis de las economías tradicionalmente avanzadas que deben abordar un complejo reto como es  mantener estados de bienestar con las necesarias dosis de competitividad que el entorno global demanda a países y empresas.

Van cayendo también muros de comunicación a medida que la economía se está digitalizando a pasos agigantados. Imagínense cómo hubiera sido el proceso de caída del Muro de Berlín en la era de las redes sociales. Las empresas han de hacer un ingente esfuerzo para adaptarse a un mercado donde cada vez se incorporan más nativos digitales con otros códigos de conducta en todas las facetas de la vida y más compañías con potentes modelos de negocio sustentados por inteligentes usos de nuevas tecnologías.

Van cayendo los muros del autoritarismo, a veces hasta irracional, por la aparición del liderazgo, cuyo atributo fundamental es la ejemplaridad. Desde el ejemplo, conseguir que lo que tiene que pasar, pase. Que ese es el legado de los líderes. Porque el líder es mucho más que un jefe.

Va cayendo el muro del nepotismo que va siendo sustituido cada vez más por la cultura del mérito. Porque las organizaciones líderes del mundo de hoy saben que agregar talento ha sido de capital importancia para alcanzar esa posición privilegiada.

Van cayendo los muros del machismo y se va imponiendo el pragmatismo en las cuestiones en los asuntos de género. Porque el talento y la competitividad no saben de cuestiones de género.

Y afortunadamente van empezando a caer también esos anquilosados organigramas funcionales que acaban convirtiendo las empresas en ineficientes sumatorios de reinos de taifas inconexos. Se van imponiendo esquemas ágiles y flexibles donde se facilita el desarrollo de la cultura emprendedora e innovadora.

 

Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean

 

 

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