BRASIL, MUCHO MAS QUE FUTBOL

01 Nov BRASIL, MUCHO MAS QUE FUTBOL

Queridos emprendedores,
Como he defendido siempre y, en particular, en mis últimos post creo que a la empresa familiar española media le sigue faltando, con excepciones formidables, visión periférica. Mucha endogamia pero poca atención al mundo que nos rodea. Por eso, no quiero dejar pasar ocasión de comentar acontecimientos internacionales de relieve.
Hablemos de Brasil, una de las potencias económicas del planeta lo que nos obliga a prestar particular atención a este país que es mucho más que fútbol, por más que el fútbol sea religión en Brasil.

Ayer se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil y, no por esperado, es un hecho relevante la victoria de Dilma Roussef, representante del Partido de los Trabajadores (PT) y heredera política del aun Presidente Lula da Silva. Más allá del hecho también significativo de ser la primera mujer que alcanza en Brasil las más altas cotas del poder, será interesante seguir con atención su desempeño ahora que su país se ha convertido en jugador protagónico del escenario global en buena medida gracias a la gestión del saliente Lula.
Bajo la presidencia de Lula, Brasil ha dejado de ser la eterna promesa que fue en el siglo XX para convertirse en una potencia económica mundial y referente en Latinoamérica. Brasil es la China de América. Brasil es la otra cara de Argentina y, de hecho, se está comiendo a Argentina. Basta pasear por las calles de Buenos Aires o las playas de Punta del Este para entender casi en su literalidad mi comentario. Bajo la Presidencia de Lula han salido de la pobreza 23 millones de brasileños con programas eficaces de uso del dinero público. Brasil ha alcanzado el octavo lugar de las economías del mundo y ha creado unas condiciones de seguridad jurídica y credibilidad para asegurar la inversión extranjera y abrir la economía brasileña al mundo. Las previsiones para los próximos años sitúan el crecimiento del PIB a tasas medias del 7%. Sé especialmente por mis amigos brasileños más críticos con Lula que se habla de corrupción, mala política medioambiental o coqueteos con la izquierda bolivariana que encarna Hugo Chaves. Como muchas veces ocurre, desde fuera la realidad macro se impone a la visión local de cercanía.
Indudablemente los retos de Roussef serán dar continuidad a la política económica de Lula para que los mercados sigan creyendo en Brasil ahora que además el país carioca afronta retos extraordinarios como será en apenas dos años organizar dos eventos de magnitudes tan extraordinarias como el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016. Sin duda una oportunidad de oro para poner a Brasil en la cúspide de la economía mundial como realidad tangible y abandonar tópicos propios de las eternas promesas. Algunos rasgos de la biografía de la nueva Presidenta, como su pasado guerrillero, pueden hacer albergar alguna duda pero el tiempo se encargará de dictar sentencia. De momento su apuesta por la educación y la sanidad parecen indicar que seguirá por la senda de construir un país con una clase media creciente y pujante, ejes del crecimiento sostenido. También habrá que estar atentos a la política exterior donde, de momento, la Presidenta electa acompañará a Lula a la próxima cumbre del G20 en Seul incluyendo escala en Maputo, lo que se interpreta como un gesto claro hacia el continente africano. El medioambiente será otro punto crítico de evaluación de Rousseff y este es un aspecto significativo pues no olvidemos el excelente resultado de la candidata ecologista Maria Silva en la primera vuelta. Por último, en política económica Dilma habrá de afrontar los desafíos de un real en continua revaluación frente al dólar y continuar por la senda de la ortodoxia seguida por su antecesor.
Desde el punto de vista de España, hay que decir que el interés de las empresas españolas por Brasil ha aumentado muy significativamente en los últimos años. Así, entre 1993 y 2008, España ha invertido 41.000 millones de euros en Brasil, lo que supone el 32% de la presencia en Latinoamérica. En 2009 las exportaciones españolas a Brasil fueron de 1.300 millones de euros, convirtiéndole en el segundo socio comercial en el continente tras México. También conozco por muchas empresas familiares españolas pequeñas y medianas con interés por entrar en el mercado brasileño las dificultades que este ofrece principalmente por una extremada burocracia y por unas redes de relaciones difícilmente permeables a veces para el empresario extranjero.
No obstante esto, animo a los empresarios familiares españoles a seguir atentos a Brasil y tratar de establecer relaciones comerciales allí. Por si acaso, yo mañana estaré volando para Sao Paulo.
Hasta pronto, sed muy felices que es lo verdaderamente importante y espero vuestros comentarios!!