18 Oct RESPETO
Queridos emprendedores,
El pasado martes en el Estadio Vicente Calderón con motivo del partido internacional entre España y Francia a través de la televisión se escuchó nítidamente una fuerte pitada durante la interpretación del “La Marsellesa”. Una profunda falta de respeto que, por desgracia, se va poniendo de moda . Y no pasa nada. Más allá del himno de Francia, “LaMarsellesa” es un canto a la libertad. Recordad la célebre escena de Casablanca cuando es entonada con fervor como reacción a los cánticos de los militares alemanes nazis. La misma falta de respeto que pitar al himno español con motivo de la pasada final de la Copa del Rey disputada en ese mismo estadio por Barcelona y Athletic de Bilbao. Por seguir con el fútbol, la misma y enorme falta de respeto que los insultos racistas, xenófobos o hasta contra futbolistas trágicamente fallecidos que se escuchan con inusitada frecuencia cada fin de semana en los campos de España .Ayer, en Mérida un grupo de adolescentes asaltaron el colegio salesiano María Auxiliadora al grito de “dónde están los curas que los vamos a quemar”. Un falta de respeto, una vergüenza. El fin de semana con motivo de las ferias del Pilar en el barrio de igual nombre de Madrid se produjo una monumental algarada cuando dos policías intervinieron para proteger a una joven que estaba siendo asaltada.
Todo podemos esconderlo bajo el epígrafe de anécdotas, que afloran más en tiempos difíciles, pero creo que es necesaria una autocrítica. ¿Qué sociedad estamos construyendo? Se empieza por la falta de respeto al equipo rival, al del otro curso, a cualquier opinión discrepante, al profesor, a los padres, al jefe, al empresario, ….. Y se acaba por la falta de respeto a uno mismo. El respeto es de capital importancia para construir relaciones, sociedades, un país. Sin respeto no solucionamos nada y, menos, esta crisis.
Me quedo con una frase de un gran empresario al que profeso particular admiración y que acaba de recibir un nuevo y merecido premio por su ingente tarea, José Cosmen. “Tenemos que ser conscientes de que estos últimos tiempos, considerados por muchos como buenos, no van a volver. Los jóvenes tienen que esforzarse y trabajar duro para afrontar el futuro, con decisión y sin temor», dijo ayer el presidente de honor del grupo ALSA, José Cosmen Adelaida, tras recibir el VIII Premio al Desarrollo Económico e Industrial de Asturias, concedido por el Ateneo Jovellanos.
Menos pitadas y más “Cosmenes” es lo que necesitamos. Como recuerdo a menudo, en muchas familias empresarias encontramos un reservorio de valores de los que estamos sumamente necesitados.
Hasta la próxima, tratad de ser muy felices y espero vuestros comentarios
Cesar Nosti
Publicada a las 18:39h, 19 octubreEstimado Sr. Bermejo
Es la primera vez que hago un comentario, y la razón es que estoy tan de acuerdo que querría ir un poco más allá. Dice un orgulloso cliente nuestro, que “la pena es que en este país ahora se vale todo”. Y se refiere con ello no a los grandes titulares que todos leemos todos los días, sino a las pequeñas cosas; a la empresa que acepta que un ofertante le reduzca un 25% el último día para llevarse el pedido, con lo que o le estaba engañando antes o le está engañando ahora; a la minusvaloración de las personas con experiencia, que tanto valor y tantos valores aportan a las organizaciones, y a las que sólo se las ve como un sueldo alto del que librarse; al caos regulatorio entre diferentes CC.AA., que ya se acepta como normal; a la cuasi-desaparición del “lead by example” que tanto bien hace en todos los órdenes de la vida, y que se complementaría con eso que era tan español de “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”;…No quiero extenderme con ejemplos, pero, en suma, a tantas pequeñas cosas que pasamos por alto todos los días a nuestro alrededor que nos empequeñecen como personas, familias, organizaciones empresariales y, en suma, como país.
“No se vale todo” podría ser un buen “motto” para España.
Gracias
Cesar Nosti – AMP Asturias 2010
Manuel Bermejo
Publicada a las 07:57h, 20 octubreCesar, me alegra mucho que te animas a participar en el blog. Propones un muy buen «motto» pues no vale todo, no, Gracias por tu aporte
Eduardo Díaz
Publicada a las 14:01h, 20 octubreUno de los motivos por los que admiro al rugby es que el respeto forma parte integral de este deporte. Vencedor y perdedor se aplauden al acabar el partido, y el local invita a comer (y/o beber, según la hora) al visitante…
Además, al árbitro sólo le habla el capitán de cada equipo, y le trata de «señor». El público es instruido para agradecer al contrario y al árbitro su presencia, ya que sin ellos no habría partido. Si a alguno se le ocurre insultar, es reprendido rápidamente por el resto del público.
Desde luego, son valores que conviene copiar en muchas otras áreas.
Manuel Bermejo
Publicada a las 18:12h, 20 octubreEduardo, muy buen punto!