UNA SOCIEDAD MEJOR

UNA SOCIEDAD MEJOR

UNA SOCIEDAD MEJOR

Estimadas Familias Empresarias,

Corren tiempos, no sin razón, para la queja por los muchos problemas que aborda nuestra sociedad. Desde la enorme fatiga pandémica causada por más de dos años de sufrimientos y restricciones, hasta otras circunstancias que nos acompañan como la dificultad para el empleo, la vivienda, la carestía de la vida,… pasando por otros males de más largo alcance como el cambio climático o las crecientes desigualdades o la mala política.

Ante las dificultades cabe dejarse llevar, elevar la voz de la propuesta o bien, actuar, para ser parte de la solución. La actitud de la gente va a marcar, sin duda, el devenir de las modernas sociedades.

Frecuentemente se suelen divulgar las hazañas de algunos estereotipos que rompen esquemas y son ejemplos para la sociedad. Sobre todo, para los niños, en cuyas manos está el futuro. Por ejemplo, mucho se habló en las últimas semanas de Rafael Nadal, el extraordinario tenista español, tras ganar su 21 título de “Grand Slam” en una final épica en la que tuvo que remontar un marcador muy adverso ante un rival de enorme nivel como fue el ruso Medvedev, número 2 del ranking mundial.

Por supuesto que Nadal refleja muchas virtudes que necesita nuestra sociedad para ser mejor: sacrificio, disciplina, afán de superación, resiliencia, competitividad, ….  Pero quisiera también fijarme en algún otro héroe menos mediático pero cuya actitud emprendedora me parece que debiera marcar estilo para todos y especialmente para nuestros pequeños.

Estoy pensando en Pablo Fernández, quien acaba de batir un nuevo récord, y tiene muchos a lo largo de su imponente trayectoria, al nadar 36 horas seguidas de manera ininterrumpida . 120.000 brazadas que, como siempre ocurre con las gestas de Pablo, tienen un fin solidario. En este caso entregar 2.000 becas escolares para niños de barrios desfavorecidos de Madrid. Qué maravilla cuando se emprenden proyectos con propósito. Esto es, con una para qué y para quién.

Pablo nació en uno de esos barrios y forma parte de una familia numerosa. Con la ayuda de sus padres, trabajadores de clase media, y de becas públicas tuvo la oportunidad de estudiar, aprender idiomas o vivir en el extranjero. Sin más apoyos que los propios de la cultura del esfuerzo, el mérito y su inteligencia, Pablo hoy es un exitoso emprendedor, cofundador y CEO de Clicars, innovadora compañía que está revolucionando el modelo de compra/venta de vehículos usados y la que muchos ya conocen como el “Amazon de los coches”.

Pablo pertenece a la red global de emprendedores con propósito de ENDEAVOR . Allí coexisten millares de  jóvenes emprendedores absolutamente comprometidos con la solución de muchos de los problema de la agenda social. Gentes emprendedoras de calidad que nos marcan el camino de lo que deben ser las empresas del presente y del futuro. Empresas de alto impacto comprometidas con la sociedad y que están ayudando a construir un mundo mejor a través de la creación de empleos, de la generación de oportunidades de desarrollo y, además, de su posterior contribución generosa a la sociedad con ejemplos como el que ilustra Pablo.

También en muchas familias empresarias genemprededoras se empieza a dejar sentir la positiva influencia de líderes de nuevas generaciones que están creando organizaciones empresariales que aportan impacto positivo a nuestra sociedad.

Estos jóvenes verdaderamente nos enseñan que sí se puede, con sus actos y con sus resultados. Se puede construir una sociedad de personas con actitud emprendedora, que se esfuerzan por solucionar problemas, o que crean oportunidades para los demás. El efecto del micromanagement puede ser explosivo, en la mejor acepción del término, cuando se propaga el ejemplo de los mejores. Deben ser los héroes de nuestro tiempo.

Creo que en las sociedades de hoy se empiezan a enfrentar dos modelos. Uno que aboga por el intervencionismo profundo, políticas de subvención generalizada que anestesian la imaginación o la cultura de los derechos que obvia las obligaciones de responsabilidad individual. Otra en la que prima la cultura del esfuerzo, se crean condiciones para la igualdad de oportunidades y suman mayoría las personas de actitud emprendedora.

Viviremos en una sociedad mejor si dejamos que florezcan las personalidades de genuina actitud emprendedora, en la empresa y en la vida. Así es como se crean modelos sostenibles de progreso.

Hasta pronto. Incluso en estas circunstancias excepcionales, recuerda esto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.

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