17 Oct FUERA EMPRESARIOS DE LA UNIVERSIDAD
Queridos emprendedores y familias empresarias,
El pasado 16 de octubre con motivo de la inauguración de la XXII reunión del Círculo de Montevideo, celebrada en la Universidad de Alicante y que ha congregado a ex presidentes y empresarios de España y Latinoamérica, un grupo de estudiantes, han abucheado al ex presidente del Gobierno Felipe González y al empresario mexicano Carlos Slim. La trifulca ha coincidido con la protesta contra esta reunión, convocada por el Frente Estudiantil Universitario de la Universidad de Alicante, que ha irrumpido con pancartas al grito de «fascistas» y «fuera empresarios de la universidad». La noticia ha sido portada de todos los medios de comunicación a lo largo de la jornada del 16 de octubre.
Imagino que el grupo de estudiantes sería escaso, se habla de unos 30, pero el eco de la protesta ha sido inmenso como digo.
Con independencia de guerras de cifras me alarma que se rechace la presencia de empresarios de la universidad. Me pregunto: ¿Quiénes emplean a muy buena parte de los estudiantes que salen de la universidad? ¿Quiénes colaboran en gran medida al desarrollo personal y profesional de los estudiantes universitarios? ¿Quiénes debieran aportar sus sugerencias para modificar los programas formativos de las carreras universitarias en aras de actualizar los contenidos y facilitar la empleabilidad de los universitarios? ¿Quiénes deberían ser modelos por sus valores y contribución a la sociedad en términos de empleo, bienestar o cohesión social? Tal vez esté muy despistado pero creo que las respuestas a estos interrogantes siempre es la misma: los buenos empresarios.
Por consiguiente, insisto, me llama profundamente la atención, y me preocupa inmensamente, esta mala imagen que pueda generar en la universidad de la clase empresarial. Algo no está funcionando bien en la universidad española y este es otro síntoma. Desde luego, soy de la opinión de que la educación es el factor más importante para el desarrollo futuro de las sociedades. Vivimos en la sociedad del conocimiento. Por tanto, vuelvo a reivindicar que la educación demanda en España un gran pacto nacional.
Que se olviden planteamientos ideológicos y se trabaje para tener un gran sistema educativo. Que prepare a nuestras nuevas generaciones en valores, en habilidades y en conocimientos para que puedan abordar su futuro laboral en las mejores condiciones. Y para que ayuden desde su mejor preparación a construir una sociedad mejor, que también tendrá que ser una sociedad más competitiva, por poco políticamente correcto que a algunos les pueda sonar este término. No es realista obviar el sentido económico de las decisiones de país relevantes, como ésta de la educación. Francamente en este pacto creo que los empresarios tienen mucho que decir.
Por otro lado, creo que también la clase empresarial debe hacer autocrítica. El papel de las asociaciones empresariales es clave en la sociedad civil. Pero en esta era de la transparencia creo que deben tener tolerancia cero con las malas prácticas y debieran dotarse de herramientas para asegurar unos altos estándares de comportamiento ético. La sociedad demanda empresarios ejemplares, que sean verdaderos referentes.
De igual manera creo que la estrategia de comunicación de muchas asociaciones empresariales debe evolucionar. A ojos de muchos ciudadanos no hacen más que pedir rebajas de impuestos, que seguramente sean justificadas en muchos casos pero ese no
debiera ser la palanca central de la estrategia de comunicación de las asociaciones empresariales. Hecho a faltar muchas veces que se explique mejor la contribución de los empresarios a la sociedad. Porque es ingente y mucha gente lo desconoce. Hay que ganar en reputación y, como decía Rockefeller, la reputación consiste en hacer las cosas bien y que se sepa.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean
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