24 Nov SOCIEDAD DEL CAMBIO Y LIDERAZGO EMPRENDEDOR
Queridos emprendedores y familias empresarias,
El entorno para la actividad empresarial ha cambiado a gran velocidad en las últimas décadas y todo parece indicar que así seguirá siendo en el futuro. El cambio es lo que permanece. El “todo fluye” al que se refería el filósofo griego Heráclito. Vivimos en un entorno competitivo al que denomino la sociedad del cambio y que está definido por los siguientes vectores:
–Creciente competencia
Sugeriría a cualquier empresario que reflexione sobre el actual nivel de competencia en su sector y lo compare con el existente cinco, diez o veinticinco años atrás. Casi con toda seguridad me atrevo a predecir que habrá coincidencia en apreciar un mayor grado de competencia no sólo en número sino en el potencial de los actuales concurrentes en la industria.
Por lo general, esta nueva competencia procede de varias fuentes: competidores extranjeros que llegan al mercado nacional y traen toda su experiencia multinacional acumulada; competencia que surge tras movimientos corporativos que dan lugar a empresas fusionadas más potentes; empresas que desarrollan modelos de negocio muy innovadores para presentarse con un atractivo mayor al mercado, en general, o a segmentos específicos; nuevos actores que a través de avances tecnológicos irrumpen con modelos muy disruptivos; o simplemente emprendedores que se animan a concurrir en un sector de actividad que se revela atractivo y en el que quieren conseguir su parte del pastel.
-Economía Global e Interdependiente
Por más que hoy resulta un lugar común hablar de globalización lo cierto es que este hecho marca decididamente las reglas del juego de la competencia actual. Hoy día esta visión se ha extendido y cada vez son más las organizaciones que compiten bajo un prisma global y en una sociedad muy diversa donde concurren cosmovisiones muy diferentes.
-Influencia de agentes externos
Ser empresario cada vez es más complejo pues son más los frentes que atender y entender. Por tanto, la empresa del siglo XXI ha de tener también como uno de sus ejes de actuación la correcta gestión de todos los actores con los que puede interactuar a lo largo de su vida: accionistas, empleados, proveedores, clientes, medios de comunicación, administraciones públicas y organismos reguladores si los hubiera, asociaciones ecologistas si pueden afectar por el nivel de actividad que se desarrolla, colegios profesionales o cualquier otro… y, desde luego, los accionistas. Por eso cada vez más se toma en consideración la idea de creación de valor compartido para todos los grupos de interés o stakeholders. Es la era de la Quíntuple Cuenta de Resultados. Crear valor para el accionista es condición necesaria, más no suficiente.
-Mercados más dinámicos
Otra característica que marca los actuales escenarios competitivos es la rapidez con la que estos evolucionan, tanto por el lado de la oferta como de la demanda.
Por el lado de los clientes podemos observar como, por un lado, cada vez somos más exigentes. Demandamos productos a muy buen precio, o con eficientes servicios postventa, o con posibilidades de compra a distancia o con una marca reconocida que nos distinga como persona de ciertos atributos que el producto puede llevar implícito. Pero es que, para acabar de complicar aún más las cosas, cada vez aparecen nuevos segmentos específicos con pautas de consumo muy particulares de manera que las clasificaciones groseras basadas en clases sociales apenas tienen validez en nuestros días.
Desde la perspectiva de la demanda también el dinamismo es evidente. De una parte muchas compañías optan por operaciones corporativas para estar en condiciones de hacer frente a estos mercados que estamos caracterizando como más competidos y globales. De ahí que baste leer la prensa económica diaria para darse cuenta de un creciente número de operaciones tipo salidas a bolsa, adquisiciones, fusiones, alianzas estratégicas, o entrada de firmas de capital inversión en compañías. La sociedad del cambio provoca que las ventanas de oportunidad se estrechen y eso exige a muchas organizaciones tomar este tipo de decisiones que, en última instancia, van a permitir que se agilice su capacidad para captarlas. Qué duda cabe que tras operaciones de este tipo se alteran las reglas de juego del mercado, lo cual tiene que afectar necesariamente a la posición en ese mercado de mi empresa.
-Evolución tecnológica
Desde luego que si nuestra empresa compite en la industria de las nuevas tecnologías las cuestiones que hemos venido mencionando sobre evolución, rapidez, o dinamisno se exacerban. Es tal el nivel de inversión y agilidad en la toma de decisiones de estas industrias que el ciclo de vida de muchos productos es de simplemente meses.
Pero esta evolución tecnológica también afecta a cualquier empresario por más que se dedique a otro tipo de industrias.
Las nuevas tecnologías están impactando en los modelos de negocio. Por ejemplo, gracias a las posibilidades que la tecnología ofrece muchas compañías actuales operan globalmente sin la necesidad de tener una estructura física muy pesada, lo cual probablemente haría inviable el modelo desde el punto de vista de la rentabilidad.
Pero por encima de estas cuestiones destacaría que las nuevas tecnologías están cambiando, y aun lo van hacer más en el futuro, las formas de vida y los hábitos de consumo. ¿Somos conscientes que había vida antes de poder mandar un correo electrónico, atender una llamada por el teléfono celular, o comprar un palo de golf por internet? Y todo lo que está por llegar Estas, y otras situaciones ya cotidianas, ejemplifican lo que estamos comentando. Pero lo relevante será estar atentos a los cambios que van a seguir apareciendo, especialmente entre los jóvenes, los milenians, que van a ser nuestros consumidores y nuestros colaboradores en el futuro.
Sin ningún género de dudas la sociedad del cambio demanda liderazgo emprendedor en quienes dirigimos organizaciones. Liderar es, a mi juicio, conseguir que lo que tiene que pasar, pase. En estos tiempos, lo que tiene que pasar es la transformación. Por eso se necesitan verdaderas mentalidades transformadoras adaptadas a una realidad compleja.
Señalaría cinco grandes características del líder emprendedor:– Gran visión periférica para entender muy bien los mercados globales
– Observa la realidad en clave de oportunidad
– Establecimiento de relaciones de largo plazo con todo su entorno a fin de crear valor compartido– Clara orientación a cliente
– Motivador, insipirador e ejemplar en su ejercicio de liderazgo .
El liderazgo emprendedor se impone como estilo, con independencia de tamaños y circunstancias de las organizaciones. De modo sintético describo los grandes retos que abordan los verdaderos líderes emprendedores:1º En una start up identifican una oportunidad de negocio que a través de una brillante ejecución consiguen consolidar en el mercado
2º En pymes son capaces de diseñar estrategias de nicho donde competir con ventaja frente a concurrentes de mucho mayor tamaño y recursos
3º En las empresas familiares, los líderes emprendedores consiguen que cada generación produzca avances sustanciales en la organización, asegurando de ese modo la anhelada continuidad. Muchas veces repetí que lo mejor que le puede pasar a una empresa familiar es tener siempre al frente a un líder emprendedor
4º En grandes corporaciones, el liderazgo emprendedor ayuda a innovar para adaptarse a los cambios frente a las pesadas inercias establecidas. En términos mucho más gráficos, los líderes emprendedores hacen bailar al elefante.
Es el sino de los tiempos que nos han tocado vivir. Tiempos para grandes retos y, por tanto, para fuertes y decididos liderazgos transformadores.Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean
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