31 Ago DE AYER A HOY
Queridos emprendedores y familias empresarias,
Revisando algunos artículos del pasado encontré éste que publiqué en septiembre 2.007 en la revista Franquicias Hoy en la que tuve por muchos años un espacio conocido como “El rincón de la estrategia”. Titulé aquel artículo con un interrogante, “Tras el verano, la crisis” y en algunos de sus párrafos decía así:
“Ya hemos superado todos el tan cacareado síndrome post vacacional que nunca sé cuánto tiene de realidad o cuanto de serpiente de verano para rellenar minutos de telediarios en épocas generalmente de escasas noticias.
Eso sí, este año además de plantearnos las promesas típicas y tópicas que trae todo nuevo curso nos encontramos un panorama macroeconómico , cuando menos, incierto y que debe invitar a la reflexión serena.
La crisis hipotecaria americana ha sido la punta de lanza de toda una seria de noticias económicas preocupantes: subida de tipos, repunte del desempleo, desaceleración en algunos sectores,…..y a todo esto en el caso español debemos unir las razonables incertidumbres del período pre-electoral en el que ya estamos inmersos.
¿Va a afectar todo este panorama al sector de las franquicias? Pues como no soy político y no me tengo que ganar el voto ciudadano puedo dar mi mejor opinión aunque sea para trasladar malas noticias. Mucho me temo que no son buenos los augurios para nuestro sector en los próximos meses, hablando en términos generales.
Por un lado el nivel de tipos elevado va a afectar al consumo y eso significa un potencial frenazo a los ingresos. Por otro, el acceso al crédito se va a dificultar y muchas empresas franquiciadoras tienen estructuras de capital muy débiles y se ven obligadas a captar deuda para sostener sus crecimientos.
¿Qué receta aplicar? Por un lado acrecentar el sentido de la innovación para rediseñar los modelos de negocio y hacer frente a nuevos escenarios con menor alegría en el consumo y, por otro, apuntar a mercados exteriores de mayor potencial y en eso muchas cadenas españolas han sido piononeras y con éxito.
En todo caso, espero equivocarme pero, por si acaso, ojo avizor ante lo que se nos viene encima”
Releyendo hoy aquel texto impresiona ciertamente la duración y alcance de aquella crisis que ya se vislumbraba en el último trimestre de 2.007. Han sido siete años que han hecho estragos ya no en la economía europea, y española en particular, sino en tantas y tantas familias, tantas y tantas personas.
Hoy, que hay signos evidentes de recuperación macroeconómica, convendría, en primer lugar, desear que esos indicadores pronto permeen a la economía real y, sobre todo, se consolide la tendencia de la creación de empleo. Ya sabemos que hay un diferencial de tiempo siempre entre las cifras económicas y su proyección al ciudadano de la calle. En lo bueno, y en lo malo.
Pero más allá convendría que todos hagamos un ejercicio muy responsable para evitar tropezar de nuevo en la misma piedra. Porque en cuanto empieza a soplar el viento a favor las tentaciones acechan.
No hay atajos. Los proyectos empresariales se crean y se hacen crecer con muchas dosis de trabajo, ingenio, innovación, reinversión, talento, liderazgo, perseverancia, ….. Y, por supuesto, de honestidad.
El desarrollo de tecnologías, productos o procesos es una enorme fuente de ventajas competitivas por los que hay que apostar definitivamente.
Vivimos en un mundo en constante cambio que obliga a trabajar ya no sólo lo urgente sino también lo importante, lo estratégico. Tenemos que crear nuestros momentos napoleónicos y desarrollar gran capacidad de pensamiento estratégico.
Todos tenemos que cuidar nuestra empleabilidad. Formarnos y prepararnos para un entorno diferente. El mundo del 2.007 no volverá. Ahora hay que trabajar bajo los nuevos paradigmas que rigen en el 2.014
Hay que gestionar con una razonable percepción de riesgos. Los ciclos alcistas no duran infinito por más que muchos españoles pudiéramos llegar a pensarlo tras largos años de crecimiento económico ininterrumpido.
Ojalá tendencias que se han desarrollado en la crisis,( mayor mirada internacional o una sociedad más emprendedora), quizás más por obligación que por devoción consoliden. Sería un gran garante para el futuro.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean
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